Desde bien antiguo, y sobre todo desde la aparición de la Santa Inquisición, en Europa se han perseguido supuestas brujas y personas acusadas de realizar magia o brujería. De sobra es conocido el caso de Salem en América, pero no lo son tanto los europeos. Uno de los episodios más sonados en Europa es el de los procesos por brujería en Pendle, Lanchashire, Inglaterra, que tuvieron lugar durante el siglo XVII.

Había dos familias implicadas. La primera era la familia Southerns, que estaba formada por Elisabeth Southerns, su hija Elisabeth y sus nietos James y Alizon. La otra familia estaba encabezada por Anne Whittle junto con su hija Anne. Ambas familias tenían miembros de edad muy avanzada.
Todo tuvo lugar en el pueblo de Pendle en 1612. Las matriarcas de ambas familias tenían fama de ser brujas y aparentemente no lo negaban ante sus vecinos. En 1612, las familias se acusaron de haber sufrido robos a manos de la otra familia. Para apoyar su acusación, afirmaban que la otra familia practicaba la brujería. Estas declaraciones fueron afirmadas por varios habitantes del pueblo, ya que aseguraban que estas familias les habían causado graves enfermedades a todos.
La primera acusada fue Alizon. Ella se encontraba completamente segura de poseer poderes y de que era una sierva del mismísimo diablo. Al hacer estas declaraciones, indirectamente involucró a su hermano y a su madre. James confirmó las declaraciones de su hermana y dijo con convicción que su hermana había estado embrujando niños. La madre de ambos acusó a su propia madre, Elisabeth Southerns, de ser una bruja.
La vieja Elisabeth tenía ciertas desavenencias con la otra familia, por lo que la acusó sin miramientos de haber practicado la brujería. Esto hizo que la familia Whittle pasara a manos de los jueces para responder de tales acusaciones. Se afirmaba que habían creado figuras de arcilla con las que habían herido a personas.
Antes de que se hiciera pública la condena, las familias se reunieron en abril de ese año con una afamada bruja de Yorkshire, Jennet Preston. Su intención era la de arreglar todos los conflictos antes de ser condenados en la hoguera por brujería. Esta reunión fue vista como una auténtica conspiración de brujería, por lo que arrestaron a todos los involucrados. Tuvo lugar un juicio bastante dudoso donde finalmente 12 personas fueron condenados por brujería, 10 de ellas ejecutadas, otra murió en prisión y a la última no se la declaró culpable hasta años más tarde.
Imagen: Domino Público
!Excelente articulo..