Ruinas del acueducto Vergine, uno de los más importantes de la Antigua Roma, se ha descubierto bajo el edificio Rinascente en la Vía del Corso, ahora hogar de la conocida tienda española Zara.

Los arqueólogos se encontraron con el acueducto en la intersección de la Vía del Tritone, a medida que las excavaciones comenzaron a realizarse para ampliar los locales comerciales de la zona. De todos modos, el plan de expansión, con una duración de dos años y medio, continúa, con la intención de abrir una tienda más grande en 2015.
Hay planes en marcha para preservar las ruinas y hacerlas visibles a los visitantes, al igual que otros descubrimientos arqueológicos realizados en otras tiendas de la capital, como la de Ikea en Anagnina.
El acueducto Vergine es uno de los tantos construidos para enviar agua potable pura a Roma. El nombre deriva del de su predecesor, el Aqua Virgo, construido por Marco Agripa en el año 19 a.C., para servir al distrito de Campo Marzio.
En 1453, el Papa Nicolás V renovó y amplió el Aqua Virgo para mejorar el abastecimiento del agua potable de la ciudad durante el Renacimiento.