Recientes excavaciones en Toul al noreste de Francia, han dado con un bloque de piedra caliza que debió pertenecer a un importante edificio monumental, donde los arqueólogos observaron una imagen de un galo degollado con una espada romana, un increíble vestigio de la victoria de Roma sobre los antiguos galos.
El descubrimiento se produjo durante los trabajos de construcción para un sistema de calefacción urbano, percatándose los trabajadores de la importancia del bloque de piedra, por lo que llamaron a los investigadores.
El bloque mide 50 metros de alto y tiene 1,20 metros de ancho con un peso de 400 kilos. Los arqueólogos señalan que el bloque se rompió en algún momento, utilizándose luego en la construcción de una muralla de la ciudad.
Sus dimensiones, junto a la técnica de ornamentación, han llevado a los investigadores a conjeturar que es parte de un importante edificio, tal vez se trate de un templo.
La imagen más impresionante del bloque es la de un galo degollado, representado con un ojo hueco. A un lado de su cabeza se observa una espada romana, lo que es un claro recuerdo de la victoria romana frente a los pueblos galos.