Hace 300 años existían personas afectadas con paladar hendido tal como sucede hoy en día, pero a diferencia de la actualidad que quienes padecen la afección pueden someterse a un procedimiento quirúrgico, hace tres siglos en Polonia alguien utilizó una prótesis hecha de lana, cobre y oro para mejorar su calidad de vida.
La pieza conocida como obturador palatino posee un tamaño de 3,1 centímetros, posee una forma cóncava y puede arquearse de la misma forma en que lo haría un paladar en estado natural.
La prótesis posee dos partes, una de ellas es la placa de metal que imita la dureza del paladar humano, mientras que la otra parte, es una almohadilla de lana que sirve para ajustar el dispositivo en la boca más cómodamente.