Una estatuilla de gallo se ha encontrado en una tumba romana como resultado de una excavación Cirencester realizada durante el 2011 en Reino Unido, hecho que los arqueólogos han descrito como uno de los mejores hallazgos en las últimas décadas.
La figura de bronce mide 12,5cm y se encontraba en la tumba de un niño. La estatuilla ha tenido que llevar a cabo una labor de conservación que ha tardado cuatro meses en terminarse. Se piensa que la figura del gallo tenía un significado religioso para los romanos. El gallo estaba relacionado con Mercurio, el cual era un mensajero de los dioses encargado de conducir las almas de los que habían fallecido recientemente al más allá.
El arqueólogo Neil Holbrook, de Arqueología Cotswold, dijo que el trabajo había «superado las expectativas«, puesto que los detalles que tiene de fino esmalte han resultado muy laboriosos. La figura muestra que la familia a la que perteneció era importante y rica puesto que es de gran valor y que se ha tardado muchas horas en realizarla.
Vía: Cotswoldarchaeology