Un equipo de arqueólogos suecos que buscaban un antiguo asentamiento, dieron con un cementerio vikingo de 1.200 años de antigüedad, que posee la particularidad de tener varios montículos con forma de barco.
Se trata de un cementerio que contiene más de cien tumbas, aunque el equipo ha señalado que solo han excavado un 6% del sitio, por lo que todavía podrían realizarse más hallazgos.
Una dificultad que enfrenta el equipo es que la tierra ha sido arada, por lo que numerosos niveles arqueológicos se han desordenado debido a esta acción.
Una de las tumbas impresionó notablemente a los especialistas ya que estaba diseñada de manera magistral, con un hoyo cuadrado para crear un flujo de aire, cerca de 17 vasijas con restos humanos y animales, además de flechas de hierro y pesas tejidas.