El cementerio de Tolebaitobe en Kazajstán ha sido escenario de un impresionante descubrimiento, cuando un equipo arqueológico desenterró en un túmulo de hace 2.000 años una vasta colección de joyas de oro, varias puntas de flecha y un espejo de bronce proveniente de China.
El lugar posee tres tumbas, de las cuales dos habían sido saqueadas anteriormente, pero cuando los investigadores llegaron a la tercera tumba se percataron que estaba intacta, descubriendo gran cantidad de tesoros.
Entre las piezas halladas destacan unos pendientes con forma lunar con amatista azul y rubí, puntas de flecha para cazar pájaros, un peroné romano, varios tipos de cuentas y un espejo de bronce hecho en China.
Estos elementos demuestran que la mujer que yace en aquel sitio debió ser muy poderosa e influyente, dando cuenta a su vez de la importancia estratégica de Kazajistán, ubicada en la ruta de la seda, lo que permitió gran intercambio entre oriente y occidente.