Thomas Emerson, arqueólogo de la Universidad de Ilinois, ha realizado un estudio en el yacimiento de Cahokia, una antigua ciudad precolombina situada en la confluencia entre los ríos Missouri y Mississippi. Las pruebas que se extraen de la investigación evidencian que la ciudad albergó una gran cantidad de inmigrantes de culturas diferentes.
Aunque se pensaba que el sitio de Cahokia tuvo una población relativamente homogénea, según afirma el experto en realidad alcanzó casi 20.000 habitantes en torno al 1.100 antes de nuestra era debido a la inmigración extranjera y no a la tasa interna de natalidad. El análisis químico del estroncio en 133 piezas dentales de 87 cuerpos enterrados en Cahokia ha sido la prueba concluyente.
Como explica el investigador, el estroncio es un elemento presente en el entorno natural (en rocas, en el suelo, en las aguas subterráneas y en la vegetación) que varía según el entorno geológico de cada región y que está presente en los humanos a través de la ingesta de plantas y animales; de esta manera, el análisis del mismo en un ser humano refleja el entorno natural en que vive.
Con la ayuda de otros expertos en bioarqueología, Emerson descubrió que al menos un tercio de la población de Cahokia estuvo formado por inmigrantes entre el 1050 y el 1300 a.C., ya que la composición química dentaria de gran parte de los cuerpos analizados refleja que vivieron en otros lugares antes de llegar a Cahokia.
«Esto indica que Cahokia, como centro político, social y religioso, era muy fluido y dinámico, con una composición constante fluctuación», indica Emerson. Y además conluye que «dado que era multiétnica y tal vez incluso multilingüe, debió haber sido un ‘crisol’ virtual que fomentó nuevas formas de vida, nuevos patrones políticos y sociales, y tal vez incluso nuevas creencias religiosas».