Un equipo de investigadores internacionales ha descifrado el ADN de un fósil de oso que habitaron Atapuerca hace 400.000 años, cerca de Burgos al norte de España.
Los investigadores, de entre los que también hay españoles, han averiguado la secuencia del genoma mitocondrial, ADN que se hereda exclusivamente de la madre, lo que significa un avance en la investigación del genoma de humanos pre-neandertales, que vivieron en la misma época.
Los pequeños fragmentos de este ADN hallado se encontraban en los restos óseos de estos animales, que estaban mezclados con fósiles de homínidos en Sima de los Huesos en el yacimiento de Atapuerca. Este yacimiento contiene la colección más amplia de restos humanos pertenecientes al Pleistoceno Medio en todo el mundo.
Hasta ahora, las muestras de ADN más antiguas en áreas no congeladas a gran altitud eran de 100.000 y 120.000 años. Por eso, este hallazgo podría tener mucha influencia en la paleontología humana.
“Esperemos que la metodología que seguimos nos ayude a recuperar secuencias de ADN muy antiguas de otros organismo del Pleistoceno Medio. Los fósiles Sima de los Huesos son nuestro objetivo”, escribe Jesse Dabney y sus colegas en Proceedings of the National Academy Of Sciences (PNAS), que publica semanalmente el genoma mitocondrial de los antiguos pobladores de la cueva.
El ayudante de directo del yacimiento de Atapuerca y autor del nuevo estudio, Juan Luis Arsuaga, admite que se muestra optimista acerca de la posibilidad de obtener ADN humano de la Sima. “Si lo hemos hallado en los huesos de oso, también lo habrá en los humanos”, afirma.