Las excavaciones realizadas en Londres para la construcción de un edificio de oficinas, han arrojado el descubrimiento del primer lecho romano completo en Gran Bretaña, encontrando además, una lámpara tallada, un frasco de vidrio junto a joyas de ámbar y azabache.
La datación del sitio arroja un aproximado entre el año 48 y el 80 d.C., se cree que la persona enterrada debió ser de alto estatus.
El lecho funerario se fabricó con madera de roble unida con clavijas del mismo material, y las patas se tallaron dejando motivos de gran estética.