La antigua ciudad hitita de Nerik ha sido el lugar donde se encontraron restos de avellanas con 3 mil años de antigüedad dentro de las inmediaciones de un templo, específicamente en un pozo que era conocido como «agua bendita», por donde transcurría agua sagrada.
En el lugar, los investigadores encontraron tablillas cuneiformes, entre las que destacan las escrituras cuneiformes más antiguas del mundo hitita en su parte septentrional.
En los documentos encontrados se hace mención no solo del nombre de la ciudad, sino de la existencia de un templo, en donde en un área del mismo se adoraba al “dios del aire”.
A la par de los hallazgos referidos a las cáscaras, los investigadores han encontrado varios fragmentos de madera cortados con herramientas de bronce.