Mientras se realizaban trabajos de mantenimiento en un andamio de la Villa Farserina en Italia, un electricista encontró una trampilla que luego de removerla, le permitió ver un techo abovedado lleno de querubines que estuvieron ocultos por varios siglos.
De los frescos descubiertos sobrevivieron tres áreas: una luneta que muestra un enorme querubín de pie, que sostiene un casco emplumado. Otra área muestra a dos querubines sobre fondos azules, y al centro de la bóveda se aprecian numerosos querubines.
si bien el descubrimiento se hizo el año pasado, el anuncio se hizo recientemente ya que los especialistas realizaron varios trabajos de mantenimiento y restauración, además de digitalizar las imágenes.
Los frescos no podrán exhibirse al público por éstar en un área oculta de la villa, pero se pueden observar desde su página web en la exposición digital que estará disponible.