El montículo funerario conocido como Sakurai Chausuyama ubicado en la Prefectura de Nara en Japón, ha sido el lugar donde se encontraron más de cien espejos de bronce, en una antigua tumba que podría ser de un personaje de la realeza.
En la tumba se hallaron varios tipos de espejos, destacándose los conocidos como “espejos de Himiko”, los cuales poseen un borde triangular y están ornamentados con figuras de dioses o animales.
Según los arqueólogos los espejos se realizaron en su mayoría en China, siendo 26 espejos de Himiko, luego una serie de 56 espejos elaborados en China junto a 21 espejos hechos en Japón.
Himiko es una figura semilegendaria que a pesar de no ser mencionada en los registros japoneses, si que aparece en las historias chinas.
Un ejemplo de ello, lo vemos en el obsequio de cien espejos de bronce hecho a la reina por la dinastí Wei, en el año 240, misma datación de varios espejos encontrados.