Durante los trabajos de excavación que se realizaban en la fortaleza medieval Balak Dere en Bulgaria, se encontró una placa de plomo que contenía una inscripción que casi no podía leerse debido a l estado en que se encontró.
Este tipo de placas se colocaban en el pecho, ya que los habitantes de aquella época, pensaban que tenía el poder para protegerlos de hechizos, salir ileso en las batallas, escapar de la muerte o tener suerte.
Las excavaciones en este sitio arqueológico han relacionado el hallazgo con el período de Simeón I “el Grande”, quien fundó el imperio búlgaro por lo que la inscripción pudo llegar aquí entre 918 al 927.
Esta es la razón por la que se piense que es la más antigua muestra del lenguaje cirílico, ya que la que se considera de mayor antigüedad, data del año 921.
Sí bien, no se sabe a ciencia cierta si es anterior, los investigadores piensan que sí, o que de ser posterior, solo sea de unos pocos años de diferencia como señalamos anteriormente.
Un dato interesante de la placa cirílica es la mención de dos nombres en ella, a saber: Pavel y Nikola.
Uno de estos individuos fue el dueño de la placa que elevó una súplica a San Dimitar, pensándose que pudo tratarse de un militar.