En el distrito sueco de Pryssgarden, un equipo de arqueólogos ha desenterrado una tumba de la Edad de Hierro que contenía los restos de una mujer, pero con la particularidad que estaba clavada en su ataúd una navaja de hierro.
No se ha logrado comprender el porqué de ese cuchillo en el ataúd, pero los investigadores señalan que sin lugar a dudas, el cuchillo estaba dirigido a la mujer que yacía en la tumba.
Este cementerio se encontró gracias a un escrito del siglo XVII, que le ordenaba a un sacerdote de la época hacer un inventario de los cementerios antiguos de su localidad, aunque muchas de esas tumbas señaladas allí ya no existen hoy.