La recuperación de varias partes de caparazón con una antigüedad de 50 mil años, han hecho pensar a los científicos en la posibilidad de que en tiempos prehistóricos, los antiguos seres humanos hayan podido utilizar a las tortugas, como una reserva de alimento fácil de transportar.
Las tortugas son el conocido Galápago europeo y los análisis de datación aplicados más de una vez, dieron como resultado una antigüedad que oscila entre los 42 a 50 mil años.
Se cree que las tortugas eran llevadas como “comida enlatada viva”, a manera de provisión especial cuando no se tenía éxito en la cacería, u otras circunstancias especiales.
Sin embargo, esta afirmación es terreno de la especulación por la manera en que se encontraron los restos arqueológicos, pero las investigaciones futuras deberán demostrar si realmente sucedió así.