En la Cueva Raqefet en el monte Carmel, situado al norte de Israel, se ha encontrado la evidencia más temprana del uso de adornos florales en tumbas. En cuatro tumbas diferentes de la época de Natufian, de hace 13,700-11,700 años, se hallaron decenas de impresiones de plantas de Salvia y otras especies como juncos y mentas, según las imágenes que nos ha hecho llegar la Universidad de Haifa.

El cementerio contiene unos 29 esqueletos enterrados en su mayoría individualmente, aunque en el caso de los matrimonios se enterraron dos cuerpos juntos. En cuatro de las tumbas se encontraron impresiones de plantas en una fina capa de barro. Las impresiones son en su mayoría de tallos cuadrados y pertenecientes a la floración de Judea Sage, una de las tres especies cercanas a la cueva. Esto ha llevado a los expertos a pensar que los enterramientos se realizaron en primavera.
Las flores se utilizaron tanto en adultos como en adolescentes y niños. Debido a que la capa de barro no contiene impresiones de objetos de piedra y huesos los investigadores han sugerido que la capa de flores era espesa y continua abarcando todo el suelo de la tumba y sus laterales.


Los Natufians vivieron en una época de grandes cambios en la que un gran aumento de la densidad de la población provocó una lucha por la tierra, alimentos y recursos y con ella un incremento de los cementerios y rituales funerarios.