A pesar de que los mitos nos han acompañado desde tiempos inmemoriales, debemos reconocer que con el paso de los años han ido cayendo en desconocimiento, bien sea por la inverosimilitud de sus historias o por la poca practicidad de las mismas en tiempos modernos.
No obstante, es el momento de que rompamos una lanza a favor de esas historias fantásticas y sus criaturas sobrenaturales que tanto nos fascinaban de pequeños.
Les recordamos que los mitos son narraciones fantasiosas sobre acontecimientos de carácter sobrenatural y protagonizadas por seres extraordinarios como dioses, héroes o monstruos.
Tradicionalmente eran usados para explicar fenómenos de la naturaleza acontecidos, como una aclaración para comprender el mundo que nos rodeaba.
Y, si por algo se caracteriza la mitología Española, es por su riqueza en relatos y personajes mitológicos, tanto únicos de ciertas regiones de la península como otros más comunes a distintas culturas del mundo.
Norte de España: cuna de los grandes mitos
Casualmente las regiones españolas que concentran mayor número de historias mitológicas son las del norte como Cataluña, País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Probablemente se deba al misticismo que desprenden sus frondosos paisajes, los cuales pueden hacer volar la imaginación de cualquiera.
Mientras que en Cataluña tenemos casos como el del fantasma del “Comte Arnau” o el del malvado perro demoníaco “Dip” que se alimentaba de la sangre de la gente; en la mitología asturiana y cántabra destacan personajes como el “Nuberu” capaz de controlar el tiempo, o “Los caballucos del diablu” que aparecen en la noche de San Juan para sembrar estragos entre los montañeses.
En Galicia, sin embargo, encontramos fábulas sobre “meigas” (hechiceras) que hacen el bien, “trasgos” (duendes) y similares.
Por otro lado, al norte de Navarra o en el mismo País Vasco, es habitual ver la flor de Eguzkilore o “flor sol” en las puertas de las casas.
Mitología vasca
Esta costumbre tiene su origen en el mito de “Gaueko” o dios de las tinieblas. Se dice que la diosa vasca Amalur, para proteger a los hombres y mujeres de las tinieblas tal y como se lo pidieron por verse atormentados por los genios de la noche, dio a luz a la luna para que el astro les iluminase:
Amalur les dijo: “Hijos mios, pedís ayuda y os la ofreceré. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Ilargi (luna)”.
Sin embargo, los genios seguían persiguiendo a los hombres, por lo cual se presentaron nuevamente ante ella:
– “Amalur, te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la madre luna, pero necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos”.
– “De acuerdo -dijo Amalur”- crearé un ser todavía más luminoso que llamaréis Eguzki (sol).
De esta forma, el sol iluminaría el día y la luna la noche.
El sol sí cumplió su función, pero con el tenue brillo de la luna, los genios seguían persiguiendo a los hombres, por lo que Amalur creó la flor de Eguzkilore, para que fuese colocada en la puerta de los hogares, los seres de la noche creerían que se trataría del sol, y no molestarían a sus moradores.
No obstante, y como comentábamos anteriormente, España también comparte mitos con otras culturas hispanohablantes, destacando en primer lugar el conocido caso de “El coco”, personaje cuyo origen se sitúa en la península ibérica y que era utilizado para atemorizar a los niños que no querían dormir. Es similar a otros personajes como “El hombre del saco” o “Bogeyman” en Reino Unido.
En resumen, son muchos los mitos que podemos encontrar a lo largo y ancho de la geografía española y que, como habréis podido comprobar, poco a poco han ido cayendo en el olvido.
No parece ser así en el caso de mitologías como la nórdica, donde sus carismáticos protagonistas han sabido perdurar en el tiempo de mejor manera.
De hecho hoy en día podemos encontrar desde películas relacionadas con la misma como sucede con Thor, hasta encontrar a sus personajes en alguna plataforma de juegos online.
Tristemente parece ser que vivimos tiempos donde no hay lugar para las fábulas españolas. Sin embargo, aquí seguiremos algunos pocos defendiendo y recordando todos esos mitos que enriquecen y forman parte de la historia de nuestro pueblo.