El «curriculum vitae», comúnmente abreviado como CV, es un documento completamente esencial en el ámbito laboral y académico en la actualidad.
Si bien hoy en día es un término del conocimiento y manejo común, a lo largo de la historia, ha experimentado transformaciones significativas en su forma y contenido.
Desde las tablillas de cera en la antigua Roma hasta plantillas de CV para ATS digitales e interactivas, en este contenido exploraremos su origen, evolución y relevancia en la actualidad.
¿De dónde proviene el término Curriculum Vitae?
El término curriculum vitae proviene del latín y se traduce literalmente como «carrera de la vida». Esta expresión refleja la esencia del documento, que es un resumen de la trayectoria profesional y académica de una persona.
La palabra «currículum» se deriva del verbo latino «currere«, que significa «correr» o «correr a través de», sugiriendo un recorrido o trayectoria, mientras que «vitae» es el genitivo de «vita», que significa «vida».
El uso del término «curriculum vitae» se popularizó en el contexto laboral a partir del siglo XX, aunque sus raíces se pueden rastrear hasta la antigüedad.
Aunque la práctica de documentar habilidades y experiencias se remonta a tiempos antiguos, se atribuye a Leonardo da Vinci la creación del primer CV en 1482.
En ese año, Da Vinci redactó una carta dirigida a Ludovico Sforza, duque de Milán, detallando sus capacidades y proyectos realizados, con el objetivo de obtener un puesto de trabajo.
Orígenes antiguos
Los primeros precursores del curriculum vitae se pueden encontrar en civilizaciones antiguas como Egipto, Grecia y Roma.
En la antigua China, durante la dinastía Han, se utilizaba una especie de CV denominada “Jianbo”, que eran una especie de biografías para presentar candidatos a posiciones gubernamentales.
Estos documentos destacaban la educación y los logros, lo que refleja la importancia de la meritocracia en la cultura china.
En tiempos remotos del imperio romano, los ciudadanos ricos solían llevar consigo unas pequeñas tablas de cera denominadas “Tabellae” en las que también registraban sus actividades y logros.
Estos documentos rudimentarios bien pueden haber sido los antecesores de lo que más adelante se convertiría en el CV moderno.
Evolución histórica del curriculum vitae
A lo largo de los siglos, el CV ha experimentado diversas transformaciones:
Siglo XV y XVI
Durante el Renacimiento, artistas y artesanos comenzaron a elaborar documentos que detallaban sus obras y habilidades para presentarlos a potenciales mecenas y empleadores.
Siglo XIX
Con la Revolución Industrial, la demanda de trabajadores especializados aumentó, y el currículum se convirtió en una herramienta común para presentar credenciales laborales.
En esta época, los curriculums incluían información personal detallada, como peso, altura, estado civil y religión.
Década de 1950
El CV se consolidó como un documento esencial en los procesos de selección de personal. Se estandarizó su formato, incluyendo secciones como educación, experiencia laboral y habilidades. Además, se incorporaron intereses personales y aficiones.
Década de 1960
En los años 60, los currículums comenzaron a personalizarse más. Incluían detalles como hobbies, intereses y otra información personal que permitía a los empleadores obtener una idea más completa de los candidatos.
Década de 1970
Con la llegada de la era digital, comenzaron a redactarse en procesadores de texto, adoptando una apariencia más profesional y estructurada.
Década de 1980
El uso de procesadores de texto y computadoras tempranas permitió a los candidatos formatear sus curriculums correctamente, consolidando el diseño estructurado que conocemos hoy.
Década de 1990
Con el nacimiento de internet, surgieron directorios en línea, páginas de búsqueda de empleo y la posibilidad de enviar curriculums electrónicamente. Esto agilizó el proceso de solicitud de empleo y abrió un mundo de oportunidades para los buscadores de trabajo.
El CV en la era digital
El curriculum vitae en la era digital ha experimentado una transformación significativa, adaptándose a las nuevas tecnologías y a las expectativas cambiantes de los empleadores.
Este documento ya no es solo un documento impreso, sino que también se presenta en formatos digitales, como archivos PDF, perfiles en redes sociales profesionales y plataformas de búsqueda de empleo.
Una de las principales características del CV digital es su capacidad para ser interactivo y dinámico. Los solicitantes pueden incluir enlaces a trabajos anteriores, portafolios en línea, y hasta videos de presentación, lo que permite a los empleadores obtener una visión más completa de las habilidades y la personalidad del candidato.
La era digital también ha llevado a la creación de nuevos modelos de CV que se centran en la huella digital del candidato. Esto incluye la gestión de la reputación en línea y la presentación de logros en plataformas como LinkedIn.
Además, estos han evolucionado para adaptarse a Sistemas de Seguimiento de Candidatos (ATS, por sus siglas en inglés), que filtran aplicaciones mediante palabras clave.
Años de evolución hasta hoy
El curriculum vitae ha recorrido un largo camino desde sus orígenes hasta convertirse en una herramienta digital esencial en la búsqueda de empleo.
Su evolución refleja los cambios en el mundo laboral y siglos de adaptación para llegar a lo que hoy entregamos a los seleccionadores de personal para buscar nuestro próximo empleo.