La Autoridad de Antigüedades de Israel confirmó el pasado martes que se está promoviendo la construcción de un ambicioso espacio para la custodia y el estudio de bienes arqueológicos en Israel. El edificio está actualmente construyéndose en la capital, Jerusalén, y las obras prevén finalizarse en 2016.
Una gran iniciativa dado que gran parte de la colección de antigüedades del país se encuentra en almacenes cerrados al público. El nuevo recinto contará con unos 35.ooo metros cuadrados que albergará una colección de dos metros de artefactos antiguos.
Según ha informado Jacob Fisch, director de los Amigos de la Autoridad de Antigüedades, se ha trabajado en la adecuación de las piezas para adaptarlas al nuevo entorno museístico, que pretende ofrecer al público la riqueza del patrimonio arqueológico de Israel. Pero además, la reunión de numerosas colecciones antiguas pondrá a disposición de la ciencia y la investigación un buen puñado de fuentes de difícil acceso anteriormente.
La colección incluirá la impresionante cifra de 15.000 manuscritos del Mar Muerto que custodia el gobierno israelí, escritos de más de 2.000 años de antigüedad que sin duda forman uno de los tesoros patrimoniales más importantes del país. Además, son un reclamo turístico muy codiciado, puesto que estos textos son fundamentales para el conocimiento de las raíces del judaísmo y el cristianismo, además de objeto de las más fogosas polémicas y de todo tipo de teorías e interpretaciones.
El arquitecto Moshe Safdie se ha encargado del diseño del edificio, que se emplazará próximo al Museo de Israel (donde se guardan siete de los manuscritos del Mar Muerto) y que hará las veces de sede de la Autoridad de Antigüedades. Para su construcción se han invertido 80 millones de dólares que provienen en su mayor parte de inversiones privadas, europeas, estadounidenses y de Israel.