El término «laissez-faire» se refiere a una política económica que implica la no intervención del Estado en la economía, permitiendo que los mercados se regulen por sí mismos. Esta filosofía se originó en la Escuela Fisiocrática Francesa fundada por François Quesnay y fue popularizada por Adam Smith en su obra «La riqueza de las naciones».
Etimología y definición de laissez-faire
La expresión «laissez faire, laissez passer» es una frase francesa que significa «dejen hacer, dejen pasar» y se refiere a una completa libertad en la economía, caracterizada por un libre mercado, manufactura y comercio sin restricciones, así como bajos o nulos impuestos y mínima intervención gubernamental.
Características del laissez-faire
El laissez-faire se basa en varios axiomas, incluyendo que el individuo es la unidad básica en la sociedad, tiene un derecho natural a la libertad y que el orden físico de la naturaleza es un sistema armonioso y autorregulador. Los defensores del laissez-faire también enfatizan la importancia de la competencia en los mercados para maximizar la libertad y el crecimiento económico.
En el contexto de la dirección, el laissez-faire se refiere a una actitud de delegación y no intervención en el día a día, permitiendo que los colaboradores tomen decisiones y se encarguen de sus responsabilidades.
Sin embargo, esto solo puede funcionar si el líder cree verdaderamente en la delegación y no es un estilo que se ajuste a todos los directivos.
En resumen, el laissez-faire es una filosofía económica que promueve la no intervención del Estado en la economía y se basa en la idea de que los mercados se autorregulan mejor sin restricciones gubernamentales. En la dirección, el laissez-faire implica una actitud de delegación y no intervención en el día a día, siempre y cuando el líder sea capaz de delegar con naturalidad.
¿Cómo se relaciona el despotismo ilustrado con las ideas de Quesnay sobre el laissez-faire?
Según las ideas de François Quesnay, el despotismo ilustrado era la forma de gobierno más adecuada para implementar el laissez-faire en la práctica. Quesnay creía que se requería una activa intervención gubernamental para remover obstáculos y promover condiciones favorables para la agricultura y la producción agrícola, a pesar de abogar por la libertad económica en general.
El papel del Despotismo Ilustrado
Quesnay proponía el despotismo ilustrado como un medio para llevar a cabo la modernización y racionalización de la economía desde arriba. Bajo este sistema, el gobierno tenía un papel activo en:
- Remover obstáculos que dificultaban la consecución de altos precios agrícolas, como la competencia internacional y los bajos costes salariales.
- Promover condiciones adecuadas para lograr estos altos precios, como un máximo legal de los tipos de interés y la restricción de la exportación de manufacturas.
- Mantener el orden social y económico, manteniendo a la aristocracia en su posición de clase elitista.
Laissez-faire y Despotismo Ilustrado
A pesar de que el laissez-faire se asocia generalmente con la no intervención gubernamental, Quesnay creía que el despotismo ilustrado era necesaria para implementarlo efectivamente. Según él, el gobierno debía remover obstáculos y promover condiciones favorables, especialmente para la agricultura, que era la base de la riqueza nacional.
Puedes ver más información sobre el laissez-faire en la obra de John Bartlet Brebner(1948): «Laissez Faire and State Intervention in Nineteenth-Century Britain».