En 1892, el arqueólogo de origen ruso Nikolai Yarkovlevich Marr, descubrió en las ruinas de Ani un relieve de Jesucristo que posee una antigüedad aproximada entre 850 a 950 años, y que es un claro vestigio de la arquitectura de piedra del Reino Armenio de Ani, que en su tiempo era considerada la ciudad de las mil iglesias.
El relieve hecho de piedra representa la imagen de un santo con Jesucristo de pie arriba de él en un trono, acompañado de dos soldados que ofrecen ofrendas a Cristo.
Actualmente, el relieve forma parte de una exposición de 244 objetos de la antigua Ani, que se expone en el Museo de Arqueología y Etnología de Kars.