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Tres curiosidades sobre Sigmund Freud y del mundo que le rodeaba

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Mucho se ha escrito y conocemos sobre curiosidades sobre Sigmund Freud: era coleccionista, amaba a los perros, era fumador empedernido, psicoanalizó a su propia hija, tenía tres trajes… Pero, existen ciertos aspectos de su vida que en ocasiones pasamos por alto aunque son fundamentales para conocer más en profundidad tanto al psicoanalista como al mundo que le rodeaba.

Hoy os contaremos tres historias curiosas que rodean la vida y obra de Freud, la primera relacionada directamente con él, y otras dos que integrarían lo que podríamos considerar “universo freudiano”, las cuales nos permiten conocer un poco más hasta qué punto influyeron sus teorías. En estos casos, en política y en arte.

1. Freud protagonizó el primer caso documentado de sedación terminal

Freud murió el 23 de septiembre de 1939, pero pocos conocen o recuerdan cómo fue su muerte. Freud era un fumador empedernido, especialmente adicto a los puros, lo que le llevó a que en 1923 se le detectase cáncer de paladar.

Max Schur psicoanalista
Max Schur

Desde ese momento y hasta su muerte, Freud fue operado hasta en 33 ocasiones, muchas de ellas para implantarle incómodas prótesis de paladar que le dificultaron el habla. Recordemos que en sus últimos años, no sólo apenas podía hablar, sino que además había perdido la audición del oído derecho.

El cáncer que padecía le llevó a padecer un enorme sufrimiento a lo largo de los últimos años (en los que no dejó jamás de trabajar), hasta que el 23 de septiembre de 1939, ya incapaz de soportar el dolor, le recordó a Max Schur, su médico personal y también psicoanalista austríaco, la promesa que éste le había hecho de sedarlo terminalmente para evitar un sufrimiento agónico.

Ese día, Schur, con el acuerdo de la hija de Freud, Anna, le administró tres dosis de morfina de forma sucesiva, las que provocaron la muerte del famoso psicoanalista, siendo el primer caso documentado de sedación terminal.

2. Una nueva teoría política gracias al psicoanálisis: el freudomarxismo

El freudomarxismo es un intento por entremezclar el psicoanálisis freudiano y el marxismo. Esta idea surgió en la década de 1920 en Alemania y en la URSS, cuando el filósofo soviético V. Yurinets y el analista freudiano Siegfried Bernfeld discutieron el tema, aunque fue Wilhelm Reich su máximo exponente a partir de 1929 y durante estos primeros años.

foto de herbert marcuse
Herbert Marcuse en 1955. El máximo exponente del Freudomarxismo

¿Por qué? Por ser quien fundamentó el germen de la neurosis en el rechazo de las pulsiones sexuales, argumentándola desde la represión.

Esto es, que la neurosis era causada por el sistema capitalista y por ese motivo, el único modo de curarse era poniendo fin al capitalismo.

Una persona cercana a Reich del grupo berlinés de psicoanalistas marxistas fue quien introdujo esta idea en la Escuela de Frankfurt: ni más ni menos que Erich Fromm.

Esta idea quedó apartada de los círculos filosóficos durante muchos años, hasta que tras el mayo del 1968 fue reflotada por quien sería a la postre, el máximo exponente del freudomarxismo, Herbert Marcuse, cuando se valora su libro publicado en 1955 “Eros y la civilización”, en donde hace una síntesis de Marx y Freud.

3. Freud, el “maestro” de Salvador Dalí

Salvador Dalí era un gran admirador de Sigmund Freud. Conocía totalmente todas las teorías del psicoanalista, especialmente aquellas relacionadas con el ciclo de los sueños y con el inconsciente pues de ahí obtenía la inspiración surrealista que caracteriza su obra.

Durante las décadas de 1920 y 1930, Dalí fue varias veces a Viena con el objetivo de encontrarse con él, pero no lo conseguía.

Esto es algo que el propio Dalí narra en su autobiografía:

Recuerdo con un poco de melancolía las tardes que pasé caminando sin rumbo por las calles de la antigua capital austriaca. Las tartas de chocolate, que tomaba velozmente en las breves pausas entre la visita a un anticuario y otro, tenían un sabor ligeramente amargo (…) Por las noches mantenía largas y exhaustivas conversaciones imaginarias con Freud; una vez vino a visitarme y se quedó toda la noche conmigo colgado de las cortinas de mi habitación en el Hotel Sacher.

Sin embargo, lo consiguió cuando el 19 de julio de 1938, Stefan Zweig y Edward James visitaron a Freud en Londres, llevando con ellos al pintor que por ese entonces ya destacaba.

Dalí aprovechó el momento para dibujar un bosquejo de Freud, el cual posteriormente se convertiría en su obra “Retrato de Sigmund Freud”, el cual puede verse actualmente en el Museo Freud en Maresfield Gardens, Hampstead, la última casa en donde vivió el psicoanalista.

retrato freud salvador dali
Bosquejo de Sigmund Freud por Salvador Dalí

Dalí sintió admiración e inspiración por Freud hasta su muerte, pero el psicoanalista también quedó impactado al conocer al pintor, algo que conocemos gracias a una carta que escribió a Stefan Zweig después de la visita:

Yo tendía a menospreciar a los surrealistas, que parecían haberme elegido como su santo patrón, y los consideraba totalmente excéntricos. Sin embargo, este joven español, con sus maravillosos ojos cándidos y su innegable maestría técnica, me hizo cambiar de opinión.

Quizás Freud no haya sido el santo patrón del surrealismo, pero sí que sus teorías están íntimamente relacionadas con la intelectualidad que engloba uno de los movimientos artísticos más importantes del siglo XX.

Imagen portada: Stock Photos – Por bilha golan en Shutterstock.
Imágenes Schur y Herbert: Wikimedia Commons.
Bosquejo de Freud por Dalí: Freud.org.

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