Durante las obras de urbanización en 2010 del barrio de Los Ahijones, en Vicálvaro, se desenterró una necrópolis visigoda dotada con 824 tumbas y restos óseos de 1.500 individuos pertenecientes al tiempo entre los siglos V y VII. Pero ahora, en 2013, esta parte de la historia será destruida debido a que el Gobierno regional así lo ha decidido, argumentando que carece de la suficiente relevancia como para conservarlo.
En 2010 se permitió una intervención arqueológica y se procedió a excavar en este lugar permitiendo extraer y documentar los restos. Los restos metálicos y cerámicos encontrados fueron trasladados al Museo Arqueológico regional, sin embargo, los huesos humanos están a la espera de una decisión que tendrá dos salidas, enterrarlos en otro lugar o bien destruirlos. La necrópolis por lo tanto será destruida para levantar nuevas calles y parques en un barrio donde tras mover únicamente el 5% de sus tierras ha sacado a la luz este yacimiento.
Ignacio Muñoz, director regional del Patrimonio Histórico, ha justificado este hecho explicando que no se trata de un yacimiento excepcional ya que hay otros 60 en toda la región de la misma época y conservados en mejor estado los cuales fueron adaptados como museo, pero, en el caso de Vicálvaro las tumbas son más precarias.
Puede que se trate de una de las necrópolis más grandes de toda la región en la que sus fosas se situaban a 30 centímetros de profundidad y median entre 160 y 170 centímetros de largo.
Los visigodos enterraban a sus difuntos en lugares apartados de la población, por lo que, se sospecha que quizás a pocos kilómetros se habría situado un enclave intensamente habitado puesto que la necrópolis es de gran tamaño.
De pena la actitud política de auténticos rabos de vacas, de cerebro calcificado para la historia