Durante labores arqueológicas en un trabajo de campo en 2013, Georgi Georgiev e Ivelina Georgieva, encontraron en los montes Ródope una piedra de 2 x 3 metros que representa el cielo nocturno prehistórico, aunque todavía no ha podido precisarse una datación.
La piedra se encuentra en un área profunda del bosque orientada de este a oeste, con una parte de mármol incrustada y con partes hechas de mica para que pueda brillar con la luz del sol.
La parte de mármol representa la Vía Láctea y se observan 56 orificios distribuidos en: 24 para la parte norte y 32 en la sur, percibiéndose famosas constelaciones como la de Leo, Osa Mayor, Casiopea, Lira, Cisne y las Pléyades.
Los expertos estipulan que la creación del mapa celeste fue entre el 2000 al 500 a.C., sin embargo, la datación por estratigráfica o radiocarbono no pueden realizarse por lo que no se conoce la antigüedad exacta de la piedra.