Durante 15 días del próximo mes de julio, se llevarán a cabo los primeros sondeos en el yacimiento de El Castillejo de Chilla, situado en la localidad abulense de Candeleda (Ávila). El objetivo de esta intervención es, además de indagar en el origen de los vetones, aumentar el interés cultural y favorecer el turismo del lugar.
Si se cumple el cometido de esta intervención, podría llegar a diseñarse una red arqueológica de yacimientos dentro de los cuales estaría incluido el de El Raso, uno de los más destacados e importantes de la España céltica, y constituirse el museo etnográfico de Candeleda.
Luis Berrocal-Rangel, director del proyecto y profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, argumenta que esta idea “devuelve a la sociedad lo que ésta invierte en ciencia e investigación”, puesto que los dos elementos anteriores de la cultura vetona se encuentran aislados dado que el yacimiento musealizado más próximo se encuentra en Badajoz.
En El Castillejo de Chilla, aún sin explorar, se pueden observar indicios de la existencia de un poblado subterráneo, taludes de piedra que parecen ser murallas, piedras colocadas y restos de cerámica, que podrían deberse a la existencia de casas y ayudarían a ubicar en la historia tal yacimiento.
Debido a la altura en la que se encuentra situado las razones por las que fue construido se inclinan más al control estratégico del valle del Tiétar y de todo el Jerte que a la de su uso como simple vivienda.
Se podría situar históricamente entre los siglos VI a.C. y II a.C., pero como dice Berrocal-Rangel, todavía no se tienen los suficientes datos como para poder decir que esto sea cierto.
Los trabajos que se pretenden realizar este año consistirán en un estudio exhaustivo de la superficie y de su entorno, por medio de herramientas como el geo-radar y fotografías satélites, para posteriormente realizar excavaciones y ver la estratigrafía. Si todo marcha como debiera, se producirán más excavaciones durante los próximos años y se dotará al proyecto de mayor envergadura.
El proyecto cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Candeleda y de la Asociación de Turismo Rural Valle del Tiétar- Gredos Sur, las cuales lo confiaron a la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid a la que dotarán de una ayuda de 20.000 euros.