El Ayuntamiento de Madrid permite desde julio las visitas a los hallazgos arqueológicos del barrio de Vicálvaro. En el barrio situado al sureste de Madrid, se ha descubierto un taller paleolítico en el que se descubren constantemente objetos como un hacha de hace más de 300.000 años empleado para cazar.
Sin embargo, sólo se trata de uno de los 3.000 yacimientos arqueológicos registrados en la región. Así pues, se han descubierto muchos otros como por ejemplo, una necrópolis visigoda con más 800 tumbas y restos de 1.500 individuos que datan de los siglos V y VII de nuestra era.
Ante esta situación, los ciudadanos y los grupos políticos de la oposición, IU y PSOE apoyan un proyecto para autorizar y fomentar las visitas públicas a estos emplazamientos arqueológicos. Asimismo, la iniciativa cuenta con el apoyo de arqueólogos y docentes universitarios que se pusieron manos a la obra cuando se trasladaron los restos de otro hallazgo a otro distrito.
En algunos casos, los creadores de la iniciativa deben enfrentarse a obstáculos como la construcción planificada de viviendas en los yacimientos arqueológicos, mientras que en otros casos, no encuentran oposición pues son terrenos de equipamientos, sobre los que se podría edificar un museo.
«Lo importante es que todo el mundo se ha mostrado a favor de las excavaciones arqueológicas«, apunta Luis Iglesia, presidente de la Junta de Portavoces de Los Ahijones. Entre sus proyectos culturales, Iglesias pretende construir un centro de interpretación con las tumbas visigodas.
Según explica Javier Baena, catedrático de Historia de la Universidad Autónoma de Madrid, otra actividad arqueológica que los visitantes podrían visitar es la excavación “activa”.