De acuerdo con las leyendas chinas, el hada Chang’e no estaba sola en la Luna, pues otro de los mitos menciona a otro habitante del lugar: el conejo de jade.
Según la leyenda, en el momento en el que el cuerpo de Chang’e empezó a flotar, muy asustada buscó algo a lo que agarrarse para no seguir en el aire, tomando entre sus manos justo al conejo al que estaba cuidando.
Pero, el conejo resultó demasiado ligero para detenerle, con lo cual se lo llevó con ella a la Luna.
Según las leyendas, el conejo de jade acompaña a Changè durante el día, en tanto que por las noches preparaba el elixir de la vida, el medicamento para la inmortalidad del que hemos hablado en la leyenda de Chang’e.