La cueva francesa La Roché Cotard fue un lugar donde se refugiaron los neandertales hace unos 75 mil años, en la que dejaron los vestigios más antiguos de arte rupestre, superando las muestras españolas de este arte neandertal que llegaba a los 65 mil años aproximadamente.
Al inicio se desconocía si las formas al interior de la cueva eran fruto de la erosión natural, sin embargo, estudios multidisciplinarios recientes, determinaron que además de ser obra de “humanos”, solo los neandertales pudieron realizar este arte rupestre.
El arte rupestre neandertal se trata de líneas hecha con las manos, en un lugar de la cueva que se resguardaba de la erosión, tomando los investigadores muestras de humanos actuales, imágenes de arte rupestre similar, llegando a la conclusión que eran “manos humanas”.
Para estudiar el momento en que se hizo este arte rupestre, la misión arqueológica utilizó la técnica de luminiscencia estimulada, observando que poseía una antigüedad cercana a los 75 mil años.
Otra técnica que apoyó esta antigüedad es la de estratificación, es decir, un estudio de los sedimentos de la cueva que terminan arrojando el período de ocupación de este lugar.
Esa datación es anterior a la llegada de Homo sapiens a Europa, corroborando su antigüedad con el hallazgo de herramientas Musterienses, utilizadas por los neandertales.