Vida del Papa Eugenio III
Eugenio III nació como Bernardo de Pisa en 1080. Entre mayo de 1134 y febrero de 1137 fue ordenado sacerdote por el Papa Inocencio II que residía en Pisa. Bajo la influencia de Bernardo de Claraval, ingresó en la Orden del Cister en el monasterio de Claraval en 1138.
En 1139 regresó a Italia como líder de la comunidad cisterciense de Scandriglia. En otoño de 1140, el Papa Inocencio II lo nombró abad del monasterio de San Anastasio en las afueras de Roma.
Eugenio III fue elegido Papa el 15 de febrero de 1145 tras la muerte del anterior Papa Lucio II que fue asesinado mediante una piedra pesada que le arrojaron durante un ataque al capitolio después de que se enfrentará al Senado Romano.
Ante el clima de tensión en el que se encontraba Roma, Eugenio III fue elegido Papa fuera de la ciudad, en el monasterio de Farfa, momento en el que los senadores reemplazaron el cargo del Prefecto Pontificio por el del Patricio de Roma.
En diciembre de 1145 se llegó a un acuerdo en el que los republicanos se comprometieron a suspender el cargo de Patricio y reconocer la autoridad pontificia mientras que el Papa se comprometió a reconocer la Municipalidad y al Senado bajo su vasallaje.
Eugenio III y la Segunda Cruzada
En diciembre de 1145, Eugenio III difundió la Bula papal Quantum Prededecssores cuando recibió la noticia de la toma del condado de Edesa por los turcos. Eugenio III Inició la Segunda Cruzada.
El Papa escribió directamente al rey francés Luis VII instándolo a participar. En Alemania el Sacro Emperador Romano Conrado III y muchos de sus nobles, incluido su sobrino Federico I Barbarroja se unieron a la cruzada debido a la elocuencia de Eugenio III.
Después de que los ejércitos partieran hacia la Cruzada, Eugenio III decidió visitar numerosos monasterios. En 1147 en apoyo del arzobispo de Canterbury Theobald de Bec contra el rey Esteban de Inglaterra, depuso a William de York como arzobispo de York.
Después de la cruzada
En 1149, tras el fin de la Segunda Cruzada con un resultado decepcionante para los cruzados, el Papa escribió al sacro emperador Conrado III solicitando ayuda contra los republicanos de Roma. Eugenio III se vio obligado a retirarse de Roma debido a las tensiones políticas.
Los republicanos también solicitaron ayuda al emperador Conrado III contra el Papa y sus aliados normandos y ante esto, el emperador respondió a ambos, pero no movilizó sus ejércitos.
Gracias al apoyo de algunas familias nobles de Roma convencieron al Senado de que sólo se alcanzaría la paz con el Papa. En diciembre de 1152, Eugenio III pudo regresar a Roma.
Con la muerte de Conrado III, su sobrino, Federico I Barbarroja ascendió al trono del imperio Germánico. En marzo de 1153 los legados papales pudieron establecer un tratado con el emperador en Constanza por el que se decidió devolver al Papa el liderazgo de Roma y expulsar de Italia a los bizantinos.
Eugenio pasó los últimos meses de su vida esperando la llegada del emperador Federico I en Italia, pero murió en Tivoli en julio de 1153.