Biografía de Urbano II
Odón de Chantillón, más conocido como Urbano II, nació en Francia en 1035 en el seno de una familia noble de la comuna francesa de Châtillon-sur-Marne.
En 1050 comenzó sus estudios en una escuela cerca de la catedral de Reims.
Urbano fue gran prior de la Abadía de Cluny y más tarde fue nombrado obispo de Ostia en 1080. Fue uno de los partidarios más destacados y activos en las reformas gregorianas, lo cual lo llevó a ser designado como posible sucesor del Papa.
El Papa Urbano II
Urbano asumió las políticas del Papa Gregorio VIII, su antecesor, aunque mostró más flexibilidad y delicadeza política. Urbano realizó una gira por el norte de Italia y Francia, en la que tomó contacto con varios príncipes y reyes.
La Primera Cruzada
En el concilio de Piacenza en marzo de 1095, Urbano recibió a un embajador del emperador Bizantino Alejo I Comnenos pidiendo ayuda contra los musulmanes selyúcidas turcos que se habían apoderado de la mayor parte de los territorios de Anatolia.
El concilio de Clermont, celebrado en noviembre de 1095, se centró en las reformas dentro de la jerarquía eclesiástica, Urbano II pronunció un discurso que resultó ser muy eficaz, ya que alentó a la nobleza asistente y al pueblo a arrebatar Tierra Santa del control de los turcos selyúcidas.
Así fue como nacieron Las Cruzadas.
Urbano también dio su apoyo a las cruzadas en España contra los árabes. A Urbano le preocupaba que el enfoque en el Este y Jerusalén descuidara la lucha en España
Catolización de Sicilia
La mayoría de la población del sur de la península Itálica y Sicilia era ortodoxa. Urbano II sustituyó la influencia de la iglesia ortodoxa en la zona por la iglesia de Roma.
Gracias a las buenas relaciones con los normandos que administraban el país, Urbano consiguió aumentar la influencia de la iglesia latina y proporcionó al primer conde de Sicilia, Roger I, potestad para nombrar obispos y cobrar las rentas de las iglesias construidas en la región.
Murió el 19 de julio de 1099.