Los estudios por encontrar el ancestro de la especie humana moderna han llevado a numerosos estudiosos excavar grandes cantidades de tierra en la búsqueda de ese antepasado que representaría lo que anteriormente se llamaba “el eslabón perdido”.
Tal eslabón probablemente no exista como se ha pensado, pero ciertamente, debió existir una especie de la cual surgió el género humano actual.
Uno de los homínidos que se pensó que pudo haber formado parte de nuestro linaje genético fue el Homo antecessor, que con su cara aplanada y su aspecto casi humano, llevó a varios científicos a pensar que podía ser un ancestro de nuestra especie.
El principal hallazgo de los huesos que llevaron al descubrimiento del Homo antecessor fue en el yacimiento español de Atapuerca, en los llamados “Gran Dolina”, y “La cima de los elefantes”, el primero encontrado en 1994 y el segundo yacimiento en 2008.
Los restos de este homínido han hecho pensar a la comunidad científica que se trata del primer espécimen del género Homo en habitar el continente europeo, ya que, en los yacimientos de Atapuerca, los huesos de esta especie han sido datados con unos 900.000 años aproximadamente, siendo junto al Homo cepranensis, (que algunos piensan es un Homo antecessor, pero quizás sea una especie distinta), los homínidos más antiguos encontrados en Europa.
Cuando comenzamos la exposición de la presente especie hablamos acerca del “eslabón perdido” y de una especie de la cual evolucionó el género humano de la actualidad.
Sin embargo, no es el Homo antecessor el homínido que dio origen a la especie humana. Por el contrario, se piensa que, probablemente, haya sido el homínido del que evolucionaron los Neandertales, aunque las características físicas del antecessor hacen pensar, que lo más probable, es que estas tres especies: humanos, antecessor y neandertales, posean un ancestro común.
Características del Homo antecessor
Sobre sus características físicas podemos señalar que tienden a tener entre 1,60 a 1,80 metros de altura, poseyendo una cara muy similar a la de los humanos modernos.
Sobre su capacidad cerebral, se piensa que pudo llegar a unos 1.000 cm3, pero con una superficie cerebral reducida.
Existe una particularidad referida a los hallazgos de estos huesos de lo cual, se desprenden varias hipótesis.
En primer lugar, es necesario señalar que en los yacimientos que se han encontrado los restos de estos homínidos no se han encontrado especímenes que tengan una edad madura. Por lo general, se trata de huesos de individuos jóvenes, lo que ha llevado a numerosas dificultades en su estudio.
Otra característica que pudo desentrañarse al estudiar estos yacimientos es el hecho de que el Homo antecessor probablemente hizo uso del canibalismo, que pudo estar motivado en la búsqueda de proteínas, ya que estos homínidos aparentemente no dominaban el fuego.
Acerca del punto anterior, no existe consenso de si realmente se debió para la obtención de proteínas o si se trataba de algún tipo de ritual.
Lo que si puede concluirse es el uso de esta práctica gracias a las marcas dejadas por sus herramientas líticas, las cuales concuerdan con animales consumidos encontrados en estos yacimientos.