Delbruck Bentfeld se ha convertido en el epicentro de un extraño y misterioso descubrimiento, se trata del entierro de un guerrero germano que sirvió en las filas del ejército romano, hallandose también otros restos notables, que comentaremos a continuación.
Los investigadores encontraron los restos carbonizados del que sirvió para el ejército romano, encontrándose de igual manera en el sitio, una cantidad abundante de ajuar funerario y otros enseres, que abren una ventana a los siglos II al V d.C.
Entre los objetos encontrados se cuentan broches, peines, pedernal, fragmentos de un hueso roto, la hebilla de un cinturón adornada con una cabeza de animal y la punta de una lanza, junto a otros 400 restos arqueológicos
Uno de los descubrimientos más impresionantes es el de un pozo del periodo de migración, que contenía restos orgánicos conservados de manera excepcional, contándose restos de cuero, pedazos de madera, e incluso, el ala de un insecto.
Sobre el pozo los arqueólogos encontraron una capa con restos de huesos carbonizados junto a varias cuentas de vidrio, que parecen indicar un enterramiento ritual.