Un grupo de investigadores polacos que excavaban en las adyacencias de Cracovia, buscando vestigios medievales de la ciudad, dieron con el hallazgo de un esqueleto en posición fetal de 7 mil años de antigüedad, en un excelente estado de conservación.
Los arqueólogos se percataron de que el esqueleto ha logrado conservarse, debido a la composición química del suelo que no es acida, lo que permitido preservar el esqueleto de esta persona, durante tanto tiempo.
A pesar del excelente estado en el que se halló el esqueleto, el ajuar funerario se destruyó por el paso del tiempo, y solo encontraron unas piezas de pedernal en el área del hallazgo.
Los investigadores someterán al esqueleto a nuevas pruebas, entre la que destaca la prueba de radiocarbono.