La ciudad de Aigai se conoce como la “ciudad de las cabras”, por el gran número de éstas que vivieron en la antigüedad, sin embargo, la ciudad se ha recordado últimamente debido al hallazgo de cientos de lámparas de aceite con una antigüedad entre 1.800 a 2.500 años.
Las lámparas se encontraron en un pozo que era el vertedero de basura de la antigua ciudad, encontrándose la gran mayoría de ellas rotas o dañadas aunque los investigadores lograron rehabilitar muchas de ellas.
La investigación determinó que el aceite utilizado para las lámparas es el aceite de oliva, percatándose los investigadores de que el sitio es apto para cultivar olivos, además de que este tipo de aceite era fundamental en la antigüedad.