En la antigua ciudad de Tharsa ubicada en Turquía un equipo arqueológico, ha estado estudiando la necrópolis donde encontraron una tumba protegida por la cabeza de dos toros, que los especialistas han llegado a relacionar, con un intento del difunto por limpiar protegerse de malos espíritus.
La datación ha colocado al sitio como del período romano, hallándose las tumbas en el lecho de la roca hacia abajo, adentrándose en la necrópolis luego de descender unos trece escalones.
La tumba que posee un espacio principal y está acompañada de tres arcosolios, tiene en la parte superior de la entrada las dos cabezas de toro, que podrían relacionarse al dios Júpiter, representando con el toro la fuerza y el poder de esta deidad.