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En la Prefectura de Saga específicamente en las ruinas de Yoshinogari, arqueólogos encontraron la tumba de piedra más grande de Japón, con un tamaño de 3,2 metros, con un sarcófago que poseía cuatro tapas de piedra.
La tumba en su superficie muestra algunas marcas en forma de “X” que los investigadores relacionan con el símbolo “ki” japonés, que se utilizaba para proteger a los difuntos de la influencia del mal.
La datación del hallazgo le sitúa entre los siglos II y III, probablemente durante el período Yayoi, que duró casi 700 años, pensándose que la persona enterrada allí fue alguien de importancia.
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Se espera que el ataúd se abra el día 5 de junio, según informó el gobierno de la Prefectura de Saga.
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