Nuevos estudios en el Tell Muhammad de Bagdad, han revelado que el origen de la ciudad se remonta a los tiempos del mítico Hammurabi, es decir, al período conocido como prebabilónico, tal como lo demuestran los numerosos hallazgos encontrados recientemente.
La expedición se enfocó en desenterrar el sistema de fortificaciones que posee la ciudad, desenterrando a su vez, el sistema de gestión de agua ubicado al noreste de la ciudad.
Con este objetivo a la vista, los investigadores lograron dar con una sección del muro que delimita un canal de agua, o que pudo ser un antiguo puerto fluvial sobre el Tigris.
En la entrada que lograron excavar los arqueólogos, encontraron una escalera que conecta con una terraza elevada y una torre, conectando también la escalera, con el sistema de alcantarillado de la ciudad.
El alcantarillado contaba con tuberías de terracota para movilizar con rapidez las aguas residuales, percatándose los arqueólogos que al subir la escalera en la torre, había un aljibe para recolectar agua.
Fue descubierto en esta campaña de excavación, un baño junto a un lugar sagrado para honrar a los difuntos, conocido como “Kispum”, el cual se mencionó en numerosas tablillas cuneiformes.
Para reforzar el origen de la ciudad con Hammurabi, los investigadores hallaron tres sellos cilíndricos administrativos, los cuales poseen inscripciones e imágenes acordes al período de Hammurabi.