Un total de 2 millones de piezas hacen el mosaico más importante de la era romana que representa la imagen más conocida de Alejandro Magno, las cuales han sido sometidas a un análisis exhaustivo que no solo da cuenta de la variedad de colores utilizados, sino que varias piezas líticas que lo componen provienen de diversos lugares del mundo, fuera de las fronteras del imperio alejandrino.
El estudio, publicado el pasado 15 de enero de 2025, señala que las teselas utilizadas en el mosaico procedían de canteras del continente europeo, incluyendo lugares como Portugal, Italia, España y, más allá del continente, desde Túnez.
El estudio se realizó de manera no invasiva, es decir, se utilizaron métodos como la fluorescencia de rayos X portátil, con la que se logró determinar el uso de diez tipos de colores combinados que proporcionan el sello distintivo de este mosaico histórico.
El mosaico se descubrió en la ciudad de Pompeya y se hallaba en la domus de una familia adinerada, aunque en la actualidad la pieza se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.