Una aficionado a la detección de metales en Dinamarca encontró un tesoro vikingo enterrado del 980 d.C., que consta entre joyas de plata y unas 300 monedas, algunas de origen árabe o germánico que pudieron provenir de un botín de guerra.
El hallazgo se realizó cerca del fuerte vikingo Fyrkat, el cual fue utilizado y abandonado en un corto período del 980 d.C., luego de que una lucha entre padre e hijo por el trono de Jutlandia, provocara el abandono total de este fuerte.
La datación del tesoro se pudo lograr gracias a la inscripción de una cruz que poseían varias monedas, esto es debido a que luego del año 980, el rey vikingo Harald Blatand, realizó su conversión al cristianismo.
Uno de los artículos más llamativos de este tesoro, es el hallazgo de un fragmento de un anillo de plata inusualmente grande, que debió pertenecer a un obispo irlandés o a un miembro de la clase alta.
Este tesoro es el más grande encontrado hasta la fecha, teniendo como antecedente el hallado en Dinamarca en 1968, que era más pequeño.