Hallan un campamento neandertal con restos de caza de ciervos de hace 60.000 años

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

Hace 60.000 años en el entorno del pueblo de Capellades (Anoia) un grupo de poblaciones neandertales estuvieron buscando alimentos.

Los restos de lo que comieron, y otras actividades cotidianas que realizaron en este lugar, han sido documentados este verano durante la campaña anual de excavaciones que ha llevado a cabo en el Abric Romaní un grupo de 27 arqueólogos y arqueólogas bajo la dirección del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) y del Àrea de Prehistòria de la Universitat Rovira i Virgili (URV).

El objetivo de esta campaña ha sido excavar en extensión del nivel R que corresponde a un campamento neandertal especializado en la caza de ciervos y donde durante la campaña anterior se recuperó los restos parciales de un cráneo de Neandertal de 60.000 años de antigüedad.

Por este motivo, la campaña se ha centrado en la excavación del nivel Rb, uno de los más singulares de los que se han intervenido en los últimos años.

En este estrato se registra el final de un período glacial, el momento más frío documentado hasta ahora en el depósito de más de 10 metros de profundidad excavado en el Abric Romaní.

Se han localizado los restos de al menos cuatro ciervos machos, de los cuales tres se han encontrado apilados en una misma área fragmentos de cuerno y otros elementos esqueletos, lo que nos indica que se trata de un evento muy singular.

Esta ocupación se dio durante el otoño ya que los cuatro animales presentan astas de grandes proporciones sin desmogar y se les suelen caer en otoño o principios de invierno.

Esparcidos por toda la superficie se han localizado los restos del esqueleto postcraneal de los mismos animales que fueron fracturados por los propios neandertales, ya que los rompían para obtener el tuétano, un nutriente importante que era fuente de grasa y proteínas para las poblaciones cazadoras y recolectoras prehistóricas.

Junto a los fragmentos de fauna, las herramientas de piedra que se han identificado también son abundantes.

Están elaboradas principalmente en sílex local, pero también sobre cuarzo, caliza y el gres como materias primas predominantes.

M. Gema Chacón, codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV destaca: «En el nivel Rb hemos observado una gran diversidad de métodos de talla empleados por los grupos neandertales.

Además, hay un gran número de restos retocados, que son exclusivamente denticulados, herramientas de piedra con bordes similares a los cuchillos actuales de sierra.

Estos instrumentos polivalentes están relacionados con la amplia diversidad de tareas que se desarrollaron durante la ocupación de este estrato».

Asimismo, Josep Vallverdú, codirector de la excavación, investigador también del IPHES-CERCA y profesor asociado de la URV, comenta que este año se han encontrado hasta 10 hogares.

«Esto es muy habitual en el registro del Abric Romaní y aporta importante información sobre el espacio que ocuparon en este yacimiento las comunidades neandertales y su distribución».

Otro aspecto que ha remarcado Vallverdú es que “este año se han extraído y preparado para su conservación los negativos de madera descubiertos en años anteriores, algunos de los cuales se plantea la posibilidad de que se trate de herramientas elaboradas. Habrá que esperar a que finalicen los trabajos de conservación y restauración para confirmar o no esta hipótesis.

Y es que el alto contenido de carbonato cálcico en el agua de la zona de Capellades hizo que los elementos vegetales quedaran rodeados del carbonato y una vez la materia orgánica se podría conservar la huella de la rama o tronco”.

Palmira Saladié, codirectora de la excavación, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV, añade: «La conservación de negativos de madera es uno de los rasgos más singulares de éste del Abric Romaní, ya que las herramientas elaboradas con este material son escasas en el registro fósil del paleolítico del mundo

El campamento del Neandertal del Abric Romero

El nivel de ocupación Rb que se está excavando corresponde al mismo nivel al que se recuperaron los restos humanos neandertales durante la campaña anterior. Aunque los trabajos de investigación en este nivel apenas se encuentran en su fase inicial.

En este sentido, habrá que esperar a los trabajos de las próximas campañas de excavación para poder conocer con más profundidad cuál es la interpretación que hacen los investigadores e investigadoras de todo este material.

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