El hallazgo de huesos quemados pertenecientes a individuos de la realeza encontrados en una pirámide maya en Guatemala, arroja luces sobre el siglo IX que se muestra como un tiempo de grandes cambios en el mundo maya, estos huesos reflejan el ascenso al poder de Papmalil un líder militar de las tierras mayas occidentales.
En el mundo maya la legitimidad política estaba relacionada en gran medida con la relación con los dioses o linajes legendarios, por lo que el culto a los ancestros o un respeto profundo era fundamental en su cultura.
En este sentido, los actos de Papmalil que reflejan una serie de rituales en los que extrajo huesos y ajuar funerario como piedras, ornamentos, collares, amuletos; pueden ser vistos como el ascenso de una nueva era donde los dioses y reyes antiguos han perdido completamente su poder.
La disposición de los huesos en un rincón de la pirámide junto a los vestigios del gran incendio, dieron la clave a los investigadores para interpretar correctamente el hallazgo, que al ser cotejado con inscripciones de la época, encontramos que era un tiempo de grandes cambios, donde cambiaban los edificios administrativos, las élites, y los grandes gobernantes.
El estudio determinó que los individuos habían fallecido muchos años antes del incendio, observando también, que el incendio no se produjo en sus tumbas sino en un lugar exterior, lo que ha permitido reforzar los planteamientos de los investigadores.