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Los hammam tienen una larga historia en el mundo islámico, e incluso hay muchos datos de interés que no siempre se conocen. Por ejemplo, ¿sabías que los primeros hammams en Europa en reabrir tras la Reconquista fueron los baños árabes de Granada?
Una vez finalizada la Reconquista y sobre las ruinas existentes de un antiguo hammam de los siglos XIII y XIV, situado precisamente a los pies de la Alhambra.
Para conocer un poco más sobre una de las mas interesantes y relajantes tradiciones árabes, vamos a ver brevemente la historia de los hammam.
Historia de los hammam
La función de los hammam?
Llamados hammam, los baños árabes eran uno de los principales centros en donde se desarrollaba la vida en el mundo islámico, siendo lugares de reunión de toda la sociedad.
Además de ser el centro de las relaciones sociales, eran utilizados para el descanso o la relajación y además, cubría las necesidades religiosas al realizarse los rituales de purificación.
Los primeros baños árabes
Los restos arqueológicos atestiguan la existencia de baños termales en el mundo islámico desde el período Omeya, entre los siglos VII y VIII.
Los primeros hammams islámicos se construyeron en la región de Siria bajo el califato Omeya (661 – 750), formando parte de sus palacios y palacetes del desierto, como se puede apreciar en Qusayr ‘Amra , Hammam al-Sarah , Qasr al-Hayr al-Sharqi y Khirbat al-Majfar.
A partir de esa fecha, aparecen en diferentes puntos como Volubilis (antigua colonia romana en Marruecos), Irán o diferentes ciudades de al-Andalus (Andalucía), especialmente en Granada y Córdoba.
Los baños árabes en Granada
Tras la Reconquista realizada por los reyes Católicos Isabel y Fernando, en Granada se reabrieron los primeros hammams de Europa a los pies de la Alhambra, los cuales se asentaron sobre las ruinas de un antiguo baño de los siglos XIII y XIV.
La adaptación de las termas al mundo árabe
Su arquitectura evolucionó tomando como punto de partida el diseño de las casas de baños romanas y griegas, y presentaba una estructura regular en cuanto a las habitaciones: una para desvestirse, un cuarto frío, uno cálido y otro caliente.
Tomando esta referencia, muy rápidamente la sociedad islámica adaptó los baños a sus propias necesidades, garantizando su importancia por el requisito religioso de las abluciones (wudu y ghusl) antes de las oraciones, además de su énfasis en la pureza física y espiritual.
Para comprender esto, debemos saber que uno de los cinco pilares del Islam es la oración, y antes de rezar se acostumbra realizar abluciones.
Las dos formas de realizarlo son el ghusl, que consiste en una limpieza de todo el cuerpo, y el wudu, que consiste en una limpieza de cara, las manos y los pies.
Las mezquitas siempre proporcionan un sitio en donde asearse, pero frecuentemente han hammans cerca de ellas, para quienes desean realizar una limpieza más profunda.
Los baños árabes en la actualidad
Los hammams continuaron formando parte vital de la vida social del mundo musulmán hasta comienzos del siglo XX, cuando el desarrollo de los baños en los hogares privados hizo que los baños públicos fuesen innecesarios en algunas regiones.
Pero, el desarrollo del turismo ha hecho que muchos hammams históricos fuesen restaurados y devueltos a su función original debido a la demanda, algo que vemos especialmente en ciudades como Granada, Fez, Marrakech o el diversos puntos de Turquía.
De este modo, quien visita un hammam actual sentirá que se traslada en el tiempo al disfrutar de una experiencia muy completa, en donde la arquitectura (muy fiel a la original), la decoración, los olores y la atmósfera que se genera, nos harán vivir una experiencia sensitiva y relajante única.
