El desierto del Sáhara presentaba antiguos paleo-ríos que actualmente están enterrados y que según los investigadores sirvieron a los humanos como orientación en sus migraciones hacia el Mediterráneo, hace más de 100.000 años. Este estudio ha sido publicado el 11 de septiembre en el diario PLOS ONE de la mano de Tom Coulthard, de la Universidad de Hull, en Gran Bretaña.
Mediante simulaciones de paleoclimas, los expertos han hallado muestras de tres ríos de gran tamaño que existieron en el norte de África hace entre 130.000 y 100.000 años, pero que actualmente se encuentran bajo las dunas del desierto. En su curso, estos ríos proporcionaron vegetación fértil y pasto para los ganados, estableciendo una especie de pasillos verdes en la región. Al menos uno de estos ríos presentó 100 kilómetros de longitud.
El río Irharhar al oeste podría haber servido de ruta migratoria en la región. Además, los expertos estiman la existencia de logos y humedales el noreste de la actual Libia, algunos de los cuales alcanzaron los 70.000 km cuadrados. “Es increíble pensar que hace 100.000 años, había grandes ríos en medio de un desierto de 1.000 km hacia el Mediterráneo, y que nuestros ancestros podrían haberlos frecuentado”, declara Coulthard.
En anteriores estudios, se ha afirmado que las personas viajaban cruzando las montañas del Sáhara hacia territorios más fértiles, pero no se sabe el cómo ni cuándo. Existen pruebas de migraciones a través del desierto siguiendo una ruta. La posibilidad de estos pasillos verdes que proporcionaron recursos de agua y comida fue crucial para estos acontecimientos, aunque se desconoce aún el caudal del río y su localización.