El Oráculo de Claros en Colofón

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Marcelo Ferrando Castro
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Claros, también llamado Claro, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Turquía y sitio del famoso Oráculo de Claros, un santuario dedicado a Apolo en la polis de Colofón en Jonia (Asia Menor).

Según la tradición, los primeros griegos que arribaron a Claros, habitada por los llamados carios, famosos mercenarios situados al sudoeste de la actual Turquía, fueron los cretenses comandados por Racio.

Racio, casado con Manto, la hija de Tiresias quien fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas y uno de los adivinos más importantes de la mitología griega junto con Calcas, llegó a Claros por mandato del Oráculo de Delfos junto con prisioneros tebanos de cuando la ciudad de Argos se apoderó de Tebas.

Siguiendo con la tradición y según el texto de Pomponio Mela ‘Corografía’, Manto fue quien erigió el templo de Apolo Cario y su hijo Mopso, fue quien expulsó a los carios de la zona según relata Pausanias, para posteriormente convertirse en un destacado adivino.

Tras la Guerra de Troya, llegó a Claros el adivino Calcante quien actuó como augur en Troya, y retó a Mopso para ver cuál de los dos era mejor adivino. El vencedor de esa contienda fue Mopso y según cuenta Estrabón, esto provocó que Calcante muriera de pena.

El ritual en el Oráculo de Claros

Tácito relata en ‘Anales II cómo eran los rituales en el Oráculo de Claros, los cuales eran dados por sacerdotes procedentes de familias de Mileto, diferenciándose así del Oráculo de Delfos en el que eran transmitidos por mujeres.

El ritual, siguiendo con lo que relata Tácito en su libro Anales, consistía en que tras escuchar el sacerdote el nombre y número del consultante, descendía a la cueva en donde bebía agua de una fuente y volvía para emitir respuestas en verso.

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