El Fascismo es una corriente ideológica política que surge, principalmente en el período entre guerras, el cual plantea una tercera vía política, opuesta a las Democracias Liberales (Estados Unidos, Francia e Inglaterra) a las que veían en decadencia, y a las corrientes Marxistas o Comunistas (U.R.S.S.), funcionando en muchos casos como Gobiernos Totalitarios.
Los principales exponentes del Fascismo son Benito Mussolini en Italia, Adolf Hitler en Alemania y Francisco Franco en España, aunque entre sí se diferenciaron y mucho.
A modo de ejemplo, el nazismo alemán tenía un fuerte carácter racista, en busca de la famosa “Raza Aria“, que llevó al famoso Holocausto Judío, como así con diferentes grupos minoritarios como los gitanos o los homosexuales.
Esta postura la adopta en segundo término Mussolini en Italia, pero en una notoria menor medida, ya que este líder pregonaba que el pueblo era el Estado, por lo que sus persecuciones (aunque existentes), fueron muy pocas (en comparación al nazismo).
Totalmente aniquilados luego de la Segunda Guerra Mundial (A excepción de Franco en España que prosiguió hasta 1975), comenzaron a resurgir algunos movimientos minoritarios que pregonaban ese ideal, conocidos como “neonazis“. En muchos países existen legislaciones que los limitan o directamente prohíben su existencia.