Investigadores de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, han concluido que el primer beso reseñado en la historia fue en Mesopotamia hace 4.500 años, mil años antes de lo que se pensaba anteriormente.
Este hallazgo fue gracias al estudio de las tablillas cuneiformes, en las que se comentaba como besar era común en momentos de intimidad, o podía darse entre amigos o familiares; sin embargo, los investigadores señalan que es una actividad inherente al ser humano, y no puede señalarse a ninguna cultura como la creadora del beso.
Una prueba de lo comentado anteriormente, la han visto los investigadores en los chimpancés y bonobos nuestros parientes más cercanos, quienes también acostumbran besarse.
Otro dato acerca de los besos hallados en Mesopotamia es una enfermedad similar al herpes labial, ya que las descripciones de la enfermedad llamada en las tablillas como bu´shanu, describía síntomas como vesículas en la boca o la garganta, tal como sucede con el herpes actualmente.
Otras enfermedades producidas por los besos, como el parvovirus humano con su erupción roja en las mejillas de los niños, o el virus Eipstein Barr, también se reseñan en las tablillas cuneiformes.