La Universidad de Montana, en EEUU, ha realizado un profundo estudio acerca de las ocho máscaras aztecas realizadas con calaveras humanas logrando descubrir su misterio, el que intrigó a los investigadores desde sus descubrimiento hace 30 años.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que estos cráneos, hallados en el Templo Mayor en Ciudad de México, «fueron hechas con el objetivo de ser utilizadas sobre el rostro o como parte de un tocado, para luego ser depositadas como ofrendas a los muertos«, según se ha publicado en la revista Current Anthropology.
También lograron datar estas ocho máscaras y otros 30 cráneos hallados en el lugar, los que se sitúan en el reinado de Axayácatl, emperador entre los años 1468 y 1481.
El estudio reveló que las máscaras fueron creadas a partir de cráneos de hombres adultos (entre 30 y 45 años), siendo muy probable que pertenecieran a guerreros capturados o derrotados en alguna de las conquistas aztecas. Sin embargo, otra teoría indica que podrían pertenecer a miembros de la nobleza de ciudades que no se subordinaron al emperador.
En cuanto a los restantes 30 cráneos encontrados, se sabe que su origen es diferente y que pueden pertenecer a personas de clase social baja (tanto esclavos como combatientes de bajo rango), siendo tanto de hombres como de mujeres adultas.