La fundación Cirne de Xàbia, presidida por Enric Martínez, comenzó en 2009 la excavación en un yacimiento de los riscos de Montgó que resultó ser un santuario funerario que data del año 3.000 a.C (período eneolítico).
En el primer estrato se desenterraron los paquetes funerarios de 8 personas que la Universidad alemanda de Meinz están analizando para conocer un posible vínculo familiar entre los restos que datan de los años 2.600 a.C.
“En un segundo estrato realizado, unos 20 cm por debajo del primero, se han descubierto más tumbas con una antigüedad de 400 años más que las anteriores” afirman los arqueólogos Joan de Déu Boronat y Joaquín Bolufer, lo que ha convertido la cueva en una caja de sorpresas arqueológicas de las que los investigadores esperan desenterrar los misterios de la Cova del Barranc del Migdia.
En esta última campaña de excavación han aparecido un trozo de cerámica que pertenece a una vasija de estilo parietal que intentarán reconstruir para saber tiene relación los las pinturas rupestres que se reflejan el dicha cueva. También han salido a la luz agujas de hueso, hachas de piedra, collares marinos y puntas de flecha perfectamente labradas que formaban parte de los ajuares de los cuerpos y un punzón de metal que parece venir del extranjero.
Por último, el difícil acceso a la cueva conlleva un uso de tecnología 3D que permite la visualización de la cueva de los estrechos pasillos claustrofóbicos, imágenes con las que se ha montado un documental de 36 minutos que será presentado en el festival de cine científico de Barakaldo.