El 24 de marzo se iniciaron nuevas excavaciones en la Cueva de Conejar por el Equipo de Investigación Primeros Pobladores de Extremadura, la que finalizara el día 7 de abril y está dirigida por Toni Canals.
Por otro lado, las excavaciones que se han estado llevando a cabo durante los últimos años en la Cueva de Maltravieso y que es desde el punto de vista científico una de las zonas más valiosas de Cáceres, se encuentran paralizadas para garantizar la estabilidad de su interior y a la espera de que la Junta de Extremadura y el Ministerio de Cultura permita seguir con las investigaciones.
Es por ello que el equipo de los Primeros Pobladores, esperando con entusiasmo el poder volver a Maltravieso, han estado estudiando los alrededores de la Ribera del Marco y centrando su interés en la Cueva de Conejar, campaña con la que cuentan con el apoyo de la Diputación Provincia, la colaboración de los ayuntamientos de Cáceres y Malpartida de Cáceres.
Además, según informaron en una nota de prensa, el Equipo Primeros Pobladores cuenta con la participación del IPHES (Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social) y la Universidad Rovira i Virgili, las asociaciones ADEAEX y AEPEX, así como la Dirección General de Patrimonio y el Museo de Cáceres.
A diferencia de las cuevas de Maltravieso y Santa Ana, la Cueva de Conejar es urbana como pocas en Europa y estable para recibir visitas. Es por ello, y aprovechando los días festivos de Semana Santa, que se va a realizar una jornada de puertas abiertas el domingo, 31 de marzo, en horario de mañana (de 10 a 14 horas) y tarde (de 17 a 20 horas), y el lunes 1 de abril solo en horario de mañana. Esta actividad tiene como objetivo hacer conscientes y participes a los ciudadanos de la importancia del patrimonio arqueológico en el Calerizo.
Las diferentes investigaciones que se habían realizado en la Cueva de Conejar ha mostrado potencial arqueológico y paleontológico de tres periodos culturales distintos (Neolítico, Eneolítico y Edad del Bronce) , el cual ya fue expuesto por primera vez por el arqueólogo Ismael del Pan en 1916.
La zona fue utilizada como basurero durante casi dos décadas hasta que en 2009 y de mano de los Primeros Pobladores se pidió a la Dirección General de Patrimonio una limpieza de la cueva. En la limpieza colaboro la Asociación para la Recuperación de los Bosques Autóctonos (ARBA).
Imagen: Mario Modesto en Wikimedia